domingo, 25 de mayo de 2008

Cautividad

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Somos animales, eso es indiscutible, pero ahora, las “nuevas generaciones” somos animales en cautividad. Nos estamos haciendo lo mismo que hacemos a los pobres leones, tigres, gorilas,.. cuando los encerramos.

Hace un tiempo, a principios de marzo, viajé con la clase a Cantabria y allí entre muchos otros sitios, vimos Cabárceno, un enorme parque natural. Es cierto que comparándolo con un zoológico la diferencia es grande, ya que los animales están en semilibertad y eso se nota, tienen mucho más espacio, pero siguen sin estar en su medio natural. Tema del que más adelante me gustaría hacer un post, pero a lo que yo quería ir a parar es a que aunque tengan una libertad relativa, la comida y todo lo que necesitan se lo dan los cuidadores, resultado: ves a un león estirado que apenas mueve un solo pelo y a su alrededor alguna que otra leona que se mueve para colocarse a la sombra. Se acomodan, es lógico y es indiscutible de quien es la culpa. Después si a estos animales les dejaran en libertad, no sobrevivirían ni un mísero día.

Esta comodidad que tienen, que les hace ser “vagos”, también se está introduciendo en la vida humana, con tanto ordenador, tanta televisión, tantas consolas… con tanta tecnología, vamos creciendo, cada vez más, con la costumbre de no hacer nada, de sentarnos delante de las pantallas, y de llegar al punto de que la pereza de ir a buscar el teléfono, ya no solo la tengan los que se notan la edad si no también los que empiezan a ver el mundo. No me quiero ni imaginar como será este problema dentro de unos años, si ahora ya no se ven tantos niños jugando en la calle como me han dicho que jugaban antes, dentro de una década se verá mucho más la diferencia.

Estamos cautivos a voluntad propia, es decir, tenemos libertad y no la aprovechamos. Después de los estudios, después del trabajo, la pereza nos invade y elegimos lo más cómodo, sentarnos.

Lástima que no todo el mundo pueda llegar a apreciar, o pueda llegar a disfrutar el aire que se respira cuando se va a pasear (por el campo por supuesto). La paz que se siente, y lo reconfortante que es salir sin móvil alguno y apartarse de la pantalla, de las responsabilidades, de todo.

Tengo que decir que hago estos paseos, eso sí, pantalla me llevo una, la de la cámara y esta me ayuda aún más a disfrutar de la natura, a ver su vida y a desconectar de cualquier mundo, solo existe el aire, el bicho y yo.

fotos: rie

3 comentarios:

Gastón Martorelli dijo...

Es cierto, a menudo se escuchan a las generaciones anteriores comentar que solían estár más tiempo en la calle y relacionándose con gente todo el tiempo.
Es cierto que el avance tecnológico perjudicó en cierto modo al hombre. Las computadoras han reemplazado no sólo el trabajo humano en las fábricas (lo que antes hacían tres personas, ahora lo realiza una pc), sino que también ha perjudicado la relación humana (para qué buscar un amigo de carne y hueso si por internet puedo conocer a alguien).

Es cierto que los tiempos cambiarion y ya nada será como fue, pero también hay diferentes variables que contribuyen a que esto suceda. Inseguridad, intolerancia, agresividad, crisis, los padres trabajando dejando a los hijos solos, y otras situaciones y circunstancias que antes no sucedían tanto.

Me gustó la relación entre los animales en cautiverio y nosotros, que también lo somos.
Muy bueno.
Abrazo fuerte.
Gastón

www.el-colectivo-imaginario.blogspot.com

Gise =) dijo...

Que cierto lo que dices pero me encanta oirlo de alguien de 16 años que tiene toda la vida por delante para cambiar este hecho, sabes cuando yo era peque no salia a la calle a jugar porque vivia en un departamento que por suerte tenai un balcon terraza enorme y dond evneian mia migas a patinar o jugar al elastico, o la cuerda. Compartia juegos historias, hoy veo a los chicos en su minimundo metidos sin mirar siquiera al que tiene al lado...
Tambien eso es comodidad de los padre ojo ehhh!!!
Besikis peque y espero ver tus fotos de los paseos por el campo!!!!

el objeto a dijo...

hola Ríe in razón, entré aquí a través de Letra perpleja ya hace unos días, me gusta tu ritmo...

Vi hace unos cuantos días un programa en la tele en el que salía ese parque de cantabria, del que nunca había oído hablar, y tambiém me impresionó esa cautividad artificial y perezosa, triste, de la que hablas. Salía un bebé elefante al que su madre había dejado un poco colgado y se hacían cargo los cuidadores,

bonitas imágenes y paseos, alejarse de la pantalla y las responsabilidades, para regresar de otro modo a ellas!