domingo, 23 de marzo de 2008

escenario

Observando la obra de Lo. (Exposición en Km7 en estos momentos)

Desde que era pequeña he acompañado a mis padres a las inauguraciones de exposiciones de arte a las que ellos asistían o en las que mi padre era el protagonista.

Mi memoria me muestra lo diminuta que era, pues me recuerdo un tapón entre torres, y la única de mi edad que no corría de arriba a bajo molestando. Yo me disponía a intervenir o escuchar en las conversaciones de los mayores, siempre con educación e intentando no ser un estorbo. Aunque me acuerdo una vez que sí lo hice, ese día mí madre me regañó por interrumpir de mala manera, me sentí fatal, debía tener unos 6 o 7 años. Eso sí, desde entonces siempre he ido con mucho cuidado.

Tanto cuando era pequeña como ahora, el ambiente me es muy acogedor, me siento mucho mejor hablando con gente mayor que yo, que con personas de mi edad. Supongo que es porque los temas de los que se habla son más interesantes, aunque algunas veces me encuentro que la mayor parte de la noche solo he escuchado preguntas como: “¿Qué tal el instituto?”. Pero otras veces participo en conversaciones en las cuales no sólo veo las opiniones de algunas personas y artistas, sino que doy mi propio punto de vista, y lo que es genial, es que les interesa saberlo.

Creo que como todos, mayores o más jóvenes, en este tipo de actos siempre nos encontramos que en algún momento nos aburrimos, y te mueves por toda la sala con la intención de encontrar algún amigo con el que hablar. También una situación que ocurre a menudo es que alguien que a veces ni siquiera te suena, se acerca a ti con una sonrisa, te da dos besos y te pregunta como estás. Tú hablas con ella aunque no tengas ni la más remota idea de quien es, pues en las muchas inauguraciones que hay, te han presentado a muchísima gente, y es científicamente imposible acordarse de todas las personas y menos de sus nombres, de cuando la has conocido y donde.

A veces, después de la inauguración, el artista convoca a sus amigos a cenar. También te puedes encontrar en situaciones parecidas a las que acabo de decir; alguien que no te suena pero que te conoce, al lado de un desconocido y enfrente de un personaje que sólo habla de sí mismo, o en medio de dos mesas, mirando hacia los dos lados intentando intervenir en alguna de las conversaciones, al final acabas mirando al frente y en silencio. Eso sí, la cena siempre suele ser agradable, porque es un círculo de amigos muy próximos del artista y se suele conocer a la mayoría de personas.

En las exposiciones se pueden dar algunas situaciones incómodas, algunos ratos aburridos,… como los dichos anteriormente, pero en general, yo por lo menos, me lo paso muy bien. Es un “escenario” en el que me siento muy cómoda y donde disfruto mucho viendo el trabajo de grandes artistas como
Lo,
José Luís Pascual, Alfonso Alzamora, Alberto Udaeta,... entre muchos otros. Además es el ambiente en el que he crecido y en el que me he relacionado más en los años que llevo de vida.

1 comentario:

Gise =) dijo...

Gracias ahora comprendo porque escribes así y porque me gusta tanto. Evidentemente todo esta experiencia te ha hecho muy sensible a todo lo que te rodea, me gusta lo que cuentas y como lo dices, eres directa y sensilla.
Yo no soy ni fui muy habitue de exposiciones ni grandes eventos culturales, pero me gustaría poder compartir con vos alguna expo, o al menos espero verte en Mayo en lo que prepara Dante...
Besikis y ya me dirás si quieres y vamos a alguna expo!!!!