Yo, yo, yo, yo..

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Hay gente que solo sabe pensar en si mismo, que no son capaces de ver más allá. Acostumbran a vivir en su “mundo rosa” sin darse cuenta de lo que les rodea. Tanto cuando están solos como cuando no, en su cabeza solo hay sitio para una persona, y quien sino que ellos mismos.

Al pensar únicamente en ellos, sus actos van guiados con un único fin, satisfacer sus deseos, sin importar si al hacerlo están dañando a alguien. Buscan el camino fácil para conseguir lo que quieren, que más da si para ello han de utilizar a alguien, mentir, o dañar descaradamente,… mientras que consigan su propósito el camino por el cual lo hagan es indiferente.

Suelen ser egoístas con cualquiera que no les pueda ser de utilidad, y eligen sus amistades cuidadosamente para no poner en peligro su “reputación”.

La mayor parte de ellos les gusta hacerse los grandes, actuando de una manera que no son, y todo para agradar más a quien interesa.

Tienen un gran talento para mentir, para dramatizar momentos y hacerse las víctimas, i es que buscan cualquier manera para poder justificar algún hecho e intentar hacer las paces, eso sí, solo con quien es necesario, solo con alguien que les pueda ser de utilidad en un futuro.

Y con Internet demuestran aún más su egocentrismo, poniendo siempre fotos de si mismos, a veces acompañados de algún amigo, pero es esencial que ellos salgan, y por supuesto, bien.

Desprecian a los que no son como ellos y en algunos casos lo hacen sin tapujos, gritando si hace falta. Son cuidadosos a la hora de hablar sobre gente como ellos, pero si se trata de gente ajena e “innecesaria” les da igual, lo importante es poder manifestar su opinión superficial.

¿Y todo para que? Simple, para ser el centro de atención, el centro de un mundo de mentira.